EL VUELO Y EL SUEÑO

    Si yo tuviese alas. Podría volar y a lo mejor sería feliz. Pero como no tengo alas, viajo, pero con la imaginación.
  He soñado, que navego junto a ti, dormido entre tus brazos, en un mar de grandes olas, más de repente naufrago y te pierdo, luego despierto, loco y temeroso, y me doy cuenta que fue una ilusión. Y volver a pensar en ti, me anima y regreso a pensar en que te quiero y mi vida sin ti es mi perdición.
  Al pasar un poco tiempo, vuelvo a soñar que huyo, pero… vuelvo a despertar y me digo, “No pasa nada”. Al fin y al cabo, sólo soy un gavilán soñador.

 Juan M. Aroca